Si uno se pregunta cuál es la mejor edad para introducir la robótica en el aula, parece que la respuesta tiene que ser que cuando antes mejor, es decir, ya en educación infantil. Estoy de acuerdo, siempre y cuando se utilice la pedagogia adecuada a la edad de los alumnos.
Esta opinión se ve reforzada con los trabajos consultados de Janka (2008) i Traverso i Pennazio (2013), pero son especialmente destacables los resultados de Umaschi Bers et al. (2002, 2014), que explorando el campo de la introducción de la robótica en educación infantil, sobretodo desde el punto de vista del pensamiento computacional, también defienden que, a pesar de que la mayoría de investigaciones en robótica y programación en la escuela se centran en edades más avanzadas, con la introducción de estas disciplinas durante los primeros anyos de escolarización se obtienen buenos resultados.
Aquí os dejo un ejemplo de ello. Se trata de la actividad "Constelaciones con Bee-Bots". Una actividad de trabajo colaborativo que formaba parte de la programación habitual de P-5 de la Escola La Noguera (Balaguer), se vió transformada y enriquecida con el uso de las Bee-Bots.
Esta actividad es una de las buenas prácticas recogidas tras el préstamo de Bee-Bots incluido en la iniciativa "Programació i robòtica a l'aula" (de la que soy responsable) impulsada desde mi puesto de trabajo actual (el Centro de Recursos Pedagógicos de la Noguera) y de la que ya os hablé en una entrada anterior.
Es una práctica especialmente interesante, pues en la mayoría de casos las actividades con Bee-Bots se centran en tapetes prediseñados, en esta actividad en cambio son los propios alumnos que diseñan el suyo propio de acorde con el objetivo de su equipo.
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